Cuando compras o vendes una casa en Argentina, el notario inmobiliario, profesional legal autorizado para certificar actos jurídicos sobre bienes raíces. También conocido como escribano público, es quien da validez legal a la escritura y asegura que todo esté en orden antes de que firmes cualquier documento. No es solo un firmanombres: es tu última barrera contra errores, fraudes o deudas ocultas que podrían convertir tu nueva casa en un problema legal.
El registro de propiedad, sistema oficial que guarda el historial de todos los cambios de titularidad de un inmueble no funciona sin el notario. Él verifica que el vendedor sea realmente el dueño, que no haya hipotecas pendientes, que no haya embargo y que los límites del terreno coincidan con los planos oficiales. Si no lo hace bien, tú pagas las consecuencias. Mucha gente piensa que con el contrato firmado entre partes ya está todo resuelto, pero sin la escritura pública ante notario, la propiedad no cambia de dueño legalmente. Y si algo sale mal después —un vecino reclama parte del terreno, el banco descubre una deuda no declarada—, no tendrás protección.
El trámite de compraventa de propiedades, proceso legal que incluye verificación de títulos, pago de impuestos y firma de escritura es más complejo de lo que parece. El notario no solo firma: revisa el certificado de dominio, el certificado de no deuda del impuesto inmobiliario, el estado de los servicios (agua, luz, gas), y hasta los planos de la propiedad. Si el vendedor no tiene permisos de construcción para una terraza o un baño ampliado, el notario lo detecta. Y si no lo hace, tú asumes el riesgo de que te obliguen a demolerlo después.
Algunos creen que todos los notarios son iguales, pero no es así. Hay quienes se limitan a lo mínimo, otros revisan hasta el último detalle. Elige con cuidado: pide referencias, pregunta cuántas compraventas hizo el mes pasado, y asegúrate de que no esté vinculado al vendedor o al inmobiliario. Un notario que trabaja solo con una agencia puede estar más interesado en cerrar rápido que en protegerte.
El costo del notario no es un gasto, es una inversión. En Argentina, suele estar entre el 1% y el 2% del valor de la propiedad, pero eso evita multas de hasta 10 veces más si después descubres que la casa tiene irregularidades. Si la propiedad fue comprada en una herencia, si hubo una división de terreno, si se hizo una ampliación sin permiso... el notario es quien te dice si eso es legal o no. Y si no lo es, te avisa antes de que firmes.
Lo que viene después de la firma también importa. El notario envía la escritura al registro de la propiedad, y ahí es donde muchos se descuidan. Si el registro tarda meses y tú ya te mudaste, no estás protegido. Pregunta por el comprobante de presentación y asegúrate de que el trámite se haya iniciado. No confíes en que "ya se encargó".
En esta colección de artículos encontrarás guías reales sobre cómo actuar antes, durante y después de la intervención del notario. Desde cómo leer tu escritura pública sin ser abogado, hasta qué documentos pedirle al vendedor antes de acercarte a él, pasando por los errores más comunes que te hacen perder dinero en la compraventa. No te quedes con dudas. Aquí está lo que realmente necesitas saber para que tu transacción inmobiliaria no se convierta en una pesadilla legal.
Aprende el proceso real de escrituración inmobiliaria en Argentina, desde el boleto de compraventa hasta la escritura pública. Evita errores comunes, conoce los costos reales y entiende por qué la escritura es lo único que te hace dueño legal.