Costo de vida en Argentina 2025: guía completa para vivir cómodamente

¿Cuánto cuesta vivir bien en Argentina? Hablemos sin rodeos: es la pregunta que más escucho en la fila del súper, en la reunión del colegio de Lucrecia o tomando mate con amigas. La inflación te puede cambiar la jugada de un mes al otro, y lo que ayer era un lujo, hoy es necesidad, o al revés. Pero pasarla bien, llegar a fin de mes, permitirse salir de vez en cuando y planear un viaje corto, sigue siendo posible. Eso sí, hace falta saber dónde se va la plata y en qué vale realmente la pena gastar. Nadie quiere vivir corriendo detrás del precio del tomate o temiendo abrir la factura de luz.
Lo básico: alquiler, servicios y el día a día en los gastos
El tema del alquiler merece un párrafo aparte. En Mendoza, un departamento de dos ambientes en una zona tranquila puede costar, en junio de 2025, entre 250.000 y 350.000 pesos mensuales. En Buenos Aires, ese mismo lugar puede rozar los 400.000 si querés algo más céntrico. Si buscas una casa con jardín en las afueras, el precio sube y ni hablemos de barrios premium. Muchos optan por compartir vivienda para dividir gastos y no resignar ubicación ni calidad de vida. Las expensas y los servicios acompañan: luz, gas, agua y WiFi pueden sumar, en promedio, otros 80.000 a 130.000. Claro, en invierno el gas se dispara y da miedo abrir la boleta.
La comida también estira y afloja según dónde compres. Es muy diferente llenar el changuito en un súper de marca que armar el menú en mercados regionales o ferias. Una familia tipo gasta no menos de 250.000 en comidas básicas, sumando lácteos, verduras, carnes y algo de pan. Si cocinás en casa y evitás los delivery, podés ahorrar bastante. Pero ojo, si tenés adolescentes con hambre de león, el cálculo se va para arriba.
Tenemos que hablar de la inflación porque, sinceramente, ni las mejores apps de control de gastos logran atajar la velocidad a la que cambian los precios. En Argentina, la inflación anual 2024-2025 superó el 140%. Esto obliga a renegociar alquileres cada pocos meses y ajustar tu lista del súper prácticamente todas las semanas. Algunas familias buscan fijar precios con clubes de compra o hacen compras grupales para obtener descuentos. Otros almacenan productos no perecederos para ganarle al próximo aumento.
Los gastos en indumentaria y calzado también se sienten. Comprar ropa nueva cada temporada ya no es opción para todos. Muchos recurren a ferias americanas, marketplaces y grupos de trueque online. Las zapatillas que le compré a Lucrecia en marzo ya le quedan justas, y volver a buscar en tiendas online es rutina. Mi consejo: invertir en básicos de buena calidad y cuidar lo que tenés. Lavar, remendar, reciclar: se volvió costumbre y hasta entretenido en alguna tarde de domingo.
Salud, educación y extras: los gastos que a veces sorprenden
La salud es uno de los temas más delicados al calcular el costo de vida Argentina. La prepaga para una familia tipo puede costar entre 120.000 y 200.000 por mes, y ese valor sube rápido. Si te atenés a lo público, podés ahorrarte ese gasto, aunque sabés que no siempre vas a encontrar turnos pronto o especialistas cerca. Muchas familias buscan un plan intermedio: usar lo público para consultas simples y pagar consultas privadas solo cuando es urgente. Farmacia y medicamentos pueden sumar, sobre todo si tenés chicos o adultos mayores en la casa.
La educación es otro gasto que varía mucho. La escuela pública es excelente en muchísimos lugares. En Mendoza, por ejemplo, la mayoría de las familias confían en la educación estatal, pero quienes prefieren colegios privados desembolsan entre 80.000 y 220.000 por mes según el nivel y la institución. Y no olvides sumar los gastos de materiales, salidas escolares y cuotas extras de talleres. Las clases particulares, tan comunes cuando se acerca la época de exámenes, pueden costar desde 6.000 la hora, dependiendo de la materia y el profe.
Otros gastos no siempre se tienen en cuenta: la medicina prepaga suele pedir el pago anual de matrícula o cofias extras para estudios especiales. Lo mismo con clubes, gimnasios o actividades para los chicos después del colegio. Un abono de gimnasio ronda los 30.000 al mes, y una clase de natación para niños no baja de 10.000 la hora. Con lo que gastamos en actividades de Lucrecia, el presupuesto se siente, pero da un alivio saber que puede formarse y divertirse fuera de la escuela.
El seguro del auto, tenerlo en regla y bien mantenido, suma otro puñado de miles al mes, dependiendo del modelo y la cobertura. Si no usás auto y dependés de transporte público, un abono mensual del mendotran cuesta cerca de 30.000 por persona. Acá es común la combinación: bici, colectivo y a veces remis compartido.

Alto y bajo: diferencias entre ciudades y estilos de vida
Vivir en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires nunca es igual a hacerlo en Córdoba, Mendoza, Salta o Rosario. El alquiler es, por lejos, más caro en Capital. La vida en ciudades del interior respira ritmo más tranquilo, pero tampoco es para tirar manteca al techo. Mendoza, por ejemplo, tiene una oferta cultural increíble y precios medios, salvo en zonas muy turísticas donde algún alquiler se dispara a precios internacionalizados. Y si vivís en un pueblo, el costo baja, pero a veces todo queda lejos: hospital, supermercado, colegio… y ni hablemos de las oportunidades laborales.
El transporte público en Buenos Aires, a pesar de las quejas, es mucho más accesible y variado que en el interior. Sin embargo, viajar en subte o colectivo para ir a trabajar es el pan de cada día entre quienes buscan ahorrar en movilidad. En Mendoza, muchos se manejan en bici o moto para ganarle al tráfico y al precio del combustible, que pasó los 1.200 pesos el litro.
La vida social también cambia según dónde vivas. Tomar algo en Palermo no es lo mismo que en Godoy Cruz. Salir a cenar afuera en Mendoza puede salirte la mitad que en la Capital, pero igual hay que fijarse el presupuesto mensual para salidas. En el interior se aprovecha más la casa: asados, encuentros en patios y terrazas, y picnics en plazas para no romper la alcancía cada vez que salís del hogar.
¿Vacaciones? Muchos argentinos optan por el sur de Mendoza o playas de la costa atlántica porque salir al exterior ya es un lujo. Los pasajes a Brasil o Chile, que antes eran “escapadas” posibles, ahora requieren meses de ahorro o cuotas. La tendencia fuerte para 2025: turismo local, y buscar promociones con pago en cuotas o descuentos por pago en efectivo.
¿Cuánto hay que ganar para vivir cómodo hoy?
Ahora, la pregunta que todos quieren la cifra: en 2025, ¿cuánto necesitás para vivir sin sobresaltos en Argentina? Según datos reales del INDEC al cierre de mayo, una familia tipo (dos adultos y dos niños) precisa no menos de 1.300.000 pesos mensuales para cubrir alquiler, alimentación básica, servicios y gastos escolares, sin lujos. Para quienes buscan algo más de confort como salidas, ahorros, prepagas, abonos de gimnasia, el número sube a 1.900.000, y si vivís en Capital, más de 2.200.000 mensuales. Este cálculo no incluye vacaciones al exterior ni gastos de grandes compras como electrodomésticos. Los solteros que alquilan necesitan al menos 700.000 para estar tranquilos, pero esa cifra puede ser menor si comparten vivienda.
El salario promedio en Argentina está lejos de estos números. A mayo de 2025, según datos sindicales, el ingreso promedio en blanco ronda los 950.000. Muchos deben buscar un segundo trabajo, hacer changas online, freelances o, como yo, emprender en redes sociales. El trabajo remoto y las ventas online ayudan mucho a completar el mes. Hay que ser creativo, aprovechar habilidades y explorar nuevas formas de ingreso: desde language coaching, vender pastas caseras hasta crear contenido digital o dictar clases virtuales de guitarra.
Planificar es clave. Usar planillas, apps o incluso cuadernos manuscritos para anotar todo lo que entra y sale. Muchas familias establecen un “día cero” financiero, revisan gastos mensuales y buscan ajustar donde sea posible, siempre poniendo en primer lugar la educación, salud y alimentación. Y, cuando hay un extra, guardarlo: la famosa “alcancía invisible” es salvadora cuando se rompe la heladera o sube el alquiler inesperadamente.

Consejos y trucos para estirar tu presupuesto en Argentina
No todo es resignación: hay formas creativas de hacer que el sueldo alcance más. Un hábito que me cambió la vida fue planificar el menú de la semana y organizar las compras por kilo, aprovechando ofertas en mercados cada sábado. Armar redes con amigos y vecinos para comprar juntos en mayoristas baja mucho el precio por unidad. La ropa de segunda mano es la nueva moda; además de cuidar el bolsillo, ayudás al planeta.
En época de prepagas caras, buscar farmacias de barrio con descuentos, anotarte en planes de salud provinciales o simplemente aprovechar hospitales públicos puede significar un alivio. Muchos eligen guardar un fondo para gastos imprevistos, usando aplicaciones virtuales que te permiten separar “sobrantes” diarios y evitar tentaciones de gastarlos enseguida.
Si tus hijos van al colegio público, aprovechar todos los talleres gratuitos municipales. Y si usan transporte escolar, armar grupos de padres para compartir autos, disminuyendo gastos y ayudando al medio ambiente. La tecnología es tu amiga para encontrar promociones: apps que rastrean ofertas, grupos de WhatsApp que avisan rebajas, y sites de descuento para actividades, clases y entretenimiento.
Si te gusta salir, la consigna es buscar descuentos. Restaurantes dos por uno, entradas de cine a mitad de precio, museos y plazas con actividades gratuitas a diario. En Mendoza, los fines de semana de “paseo peatonal” y ferias barriales sirven para distraerse, comer rico y gastar poco.
Por último, nunca dejes pasar esas pequeñas alegrías que pueden salirte casi gratis en el país: mojar los pies en un arroyo, un picnic en el parque, un paseo en bici viendo la cordillera, una sobremesa con amigos o tardes de mate viendo el atardecer. En Argentina, la vida buena a veces se mide menos en pesos que en momentos compartidos y ganas de salir adelante, pase lo que pase.