Qué hacer ante una sobredosis: señales, primeros auxilios y prevención

El tiempo se detiene cuando una persona frente tuyo se desploma y no reacciona. Ni las películas ni las series preparan para eso. La realidad de una sobredosis es concreta: cada minuto puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso, entender cómo reaccionar, tanto si estás en una fiesta, en la calle o en tu casa, se vuelve todos los días más necesario. Los casos de sobredosis, sobre todo entre jóvenes de 15 a 35 años, vienen aumentando a pasos enormes en Argentina, Mendoza incluida. Los sistemas de salud registran que en 2023 hubo más de 1.200 ingresos hospitalarios por intoxicaciones graves con drogas recreativas, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. No hablamos de un tema lejano: el acceso a drogas recetadas y no recetadas, mezclas peligrosas de sustancias y consumo accidental son riesgos diarios. Actuar rápido puede salvar vidas reales de personas reales. Por eso, saber qué hacer ante una situación así no es una información para expertos ni personal médico, sino para todos los que respiramos en 2025.
Cómo reconocer una sobredosis: señales claves y por qué importan
Quizás la imagen típica que muchos tienen de una sobredosis viene de escenas de cine donde alguien cae dramáticamente, pero la realidad puede ser mucho más silenciosa y sutil al principio. Un detalle insólito: la mayoría de los casos donde alguien muere por sobredosis, las personas a su alrededor podrían haber reaccionado si hubieran notado antes los signos. Algunos síntomas se confunden con una borrachera común o ataques de pánico, así que fijate bien: respiración lenta o irregular, piel pálida o azulada (especialmente en labios y uñas), vómitos, cuerpo laxo o incapacidad para despertar, convulsiones, ronquidos profundos e inusuales, y pupilas muy contraídas o excesivamente dilatadas, según la sustancia. En casos de opioides (fentanilo, morfina, heroína), la respiración prácticamente se detiene, el cuerpo parece "apagarse" y el rostro pierde toda expresión. Con drogas estimulantes como cocaína, el pulso se dispara, el cuerpo tiembla y la temperatura sube peligrosamente. El alcohol, sobre todo si se mezcla con sedantes o ansiolíticos (clonazepam, diazepam), puede producir coma y una depresión respiratoria similar a la de los opiáceos. Un dato para anotar: en Mendoza, 3 de cada 4 sobredosis de 2023 involucraron la mezcla de más de una sustancia.
No subestimes cosas como ronquidos muy extraños; en casos de sobredosis, no son ronquidos comunes sino un síntoma de asfixia parcial. Si ves que la persona no responde al hablar fuerte ni al moverla ligeramente, eso ya es alerta roja. En situaciones de grupo, mucha gente duda, se paraliza o piensa que ya va a pasar. Acá la diferencia la hace ser el que decide intervenir.
Sustancia | Signos frecuentes | Tiempo crítico de reacción |
---|---|---|
Opioides (heroína/fentanilo) | Respiración lenta, piel azulada, pupilas contraídas | 3-10 minutos |
Cocaína | Pulso rápido, sudor, convulsiones, paranoia | 5-30 minutos |
Alcohol | Vómitos, piel fría, inconsciencia progresiva | 10-60 minutos |
Psicofármacos (benzodiazepinas) | Cansancio extremo, respiración superficial | 30-120 minutos |
Entonces, vale la pena memorizar al menos estas ideas: si la persona no puede mantenerse despierta, respira raro o ni siquiera puede hablar (o sólo balbucea), y algo en su color no es normal, hay que sospechar de sobredosis y actuar sin perder tiempo. Mejor equivocarse que lamentar.

Primeros auxilios ante una sobredosis: pasos clave para actuar y no fallar
Lo peor que podés hacer cuando sospechás una sobredosis es esperar "a ver si se le pasa". El segundo error típico es intentar remedios caseros: dar café, bañar con agua fría o provocar el vómito. Estos pueden empeorar todo. El paso uno siempre, sin vueltas, es llamar al sistema de emergencias. En Argentina, el 911 (o el número local) activa protocolo de intoxicaciones. Explicá claramente: "A una persona no le responde el cuerpo, sospecho sobredosis"; no pierdas tiempo en detalles que no sean vitales. Mientras llegan los profesionales, estos son los pasos recomendados por la Sociedad Argentina de Medicina de Emergencia:
- Verificá el estado de conciencia: Sacudí suavemente, gritá el nombre, buscá señales mínimas; si no responde, es momento de pasar al siguiente paso.
- Chequeá la respiración: Si respira pero de forma lenta o irregular, colocala de costado (posición lateral de seguridad) para evitar que se ahogue si vomita.
- Si no respira (no sentís aire ni ves movimiento en el pecho), iniciá maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Hay videos oficiales y apps como Primeros Auxilios Argentina que te guían paso a paso incluso sin experiencia.
- No dejes sola a la persona; quedate al lado hasta que llegue la ambulancia. Controlá que siga respirando y protegela de golpes o caídas.
- No provoques el vómito ni des de comer o beber. En sobredosis, lo más probable es que se atragante incluso con agua.
- Si sabes exactamente qué consumió (por ejemplo, un blister vacío), entregalo a los médicos o informá por teléfono.
- En el caso de opioides, si hay acceso a naloxona (medicación para revertir el efecto), usala según indicaciones. Lamentablemente, en Argentina aún es de uso restringido, pero ya hay ONGs que la entregan en eventos o centros de salud.
Un detalle clave: no temas a las consecuencias legales si actuás ayudando. En la mayoría de los países, incluida Argentina, existe la "ley del buen samaritano", que protege a quien interviene en casos de emergencia aunque la situación involucre sustancias ilegales. No te alejes, ni ocultes información relevante; quedarte y colaborar es mucho más seguro que huir.
Cuando la persona se recupera tras la llegada de la ayuda médica, aún es necesario que un profesional la evalúe. Muchas sobredosis tienen efectos tardíos: tras una recuperación aparente, puede haber caída de presión, paros respiratorios repetidos o lesiones internas (como en el caso de intoxicaciones con solventes o sedantes). Por eso nunca, nunca, la solución es “que duerma la mona”.
Y sí, los que actuaron cuentan que la adrenalina es mucha y los nervios traicionan. Mejor tener claro el protocolo antes que inventar sobre la marcha. No sirve sólo para fiestas ni vida nocturna: cada vez más niños pequeños sufren intoxicaciones accidentales, especialmente con medicamentos. Hoy, los gabinetes familiares son campo de riesgo. En ese caso, aplicá el mismo procedimiento: no esperes y buscá asistencia urgente.

Cómo prevenir una sobredosis y reducir riesgos: lo que funciona de verdad
La prevención no empieza ni termina en la abstinencia total. Cierto, la única manera 100% efectiva de no sufrir una sobredosis sería no exponerse nunca, pero la vida real es mucho más compleja. El acceso a las drogas (legales e ilegales), los cambios en la pureza y la mezcla accidental (por ejemplo, cocaína con fentanilo) hacen que incluso usuarios experimentados puedan sufrir una intoxicación inesperada.
Un primer consejo: informate siempre sobre lo que consumís. En Argentina ya existen espacios de análisis de sustancias en algunos festivales y eventos musicales; aprovechalos. Es mucho más común de lo que parece que los comprimidos de éxtasis o los polvos para inhalar estén mezclados con otras sustancias mucho más potentes de lo indicado. En 2024, en la provincia se detectaron al menos 40 lotes de drogas recreativas con alto riesgo por adulteración. Jamás confíes en “el amigo de un amigo” para saber la composición de un producto.
El segundo punto es evitar el uso en soledad. Casi la mitad de las muertes por sobredosis suceden cuando nadie puede intervenir a tiempo. Si vas a consumir, hacelo en grupo y que alguno esté "de guardia" racional y sin estar bajo efectos. La asociación civil Red de Reducción de Daños de Mendoza recomienda el 'buddy system': cada uno cuida a un compañero. También recomiendan testear la dosis ("tantear el terreno" con la menor cantidad posible), sobre todo con drogas desconocidas o lotes nuevos. Nunca mezcles depresores del sistema nervioso central (alcohol, benzodiazepinas, opioides) o estimulantes potentes (cocaína y éxtasis, por ejemplo), porque el efecto combinado puede ser impredecible incluso para alguien con tolerancia.
Hay apps y servicios online, como DrogApp y Chequeate, que dan información en tiempo real sobre alertas de sustancias peligrosas en circulación y recomendaciones de primeros auxilios. No subestimes estos recursos: la mitad de los casos graves de este año en Mendoza podrían haberse evitado con sólo recibir la advertencia correcta. Si vivís con niños, guardá medicamentos y productos peligrosos fuera de su alcance, bien cerrados y en envases originales.
Un punto olvidado: el autocuidado mental. Muchas sobredosis tienen que ver con el deseo de escapar de situaciones emocionales difíciles, especialmente entre jóvenes y adultos jóvenes. Animarse a pedir ayuda profesional, o por lo menos contarle a alguien de confianza cuando se está en crisis, puede marcar la diferencia.
No te guíes por mitos de internet (“el limón corta la droga”, “las duchas frías salvan”, “una siesta y pasa solo”): son creencias peligrosas. Si ves síntomas de sobredosis, no pienses que vas a molestar llamando a emergencias. Mejor actuar y pasar un papelón que lamentar la pérdida real de alguien.
Hablar de sobredosis ya no es un tabú: es una conversación urgente y cotidiana. Saber qué hacer no te hace menos valiente, te convierte en ese tipo de persona que sí marca la diferencia. Hoy, la información es la herramienta más poderosa para no sumar una tragedia más a las cifras. Que no te paralice el miedo ni la vergüenza. Si llegás a cruzarte con una situación así, ahora ya sabés que hacer puede salvar una vida, incluso la tuya o la de alguien que querés.