Checklist de recepción de vivienda alquilada o comprada: lo que debes revisar antes de firmar o mudarte
nov, 16 2025
Recibir la llave de tu nueva vivienda no es el final del proceso, sino el principio de una nueva etapa. Mucha gente cree que si el propietario o la inmobiliaria dice que todo está en orden, no hay nada más que hacer. Pero eso es un error común. En Mendoza, donde los cambios de estación afectan la humedad en los muros y los sistemas de calefacción se ponen a prueba, una inspección cuidadosa puede ahorrarte miles de pesos en reparaciones futuras. Antes de firmar cualquier documento o mover tus cosas, haz esta revisión paso a paso.
Revisa el estado general de la estructura
Empieza por lo más visible: las paredes, techos y pisos. Busca manchas de humedad, especialmente en las esquinas, detrás de los armarios empotrados y bajo las ventanas. En Mendoza, la humedad por capilaridad es frecuente en casas antiguas, y si no se detecta a tiempo, puede generar moho, daños en la pintura y hasta problemas de salud. Usa una linterna para mirar de cerca. Si ves manchas oscuras, burbujas en la pintura o olor a humedad, anótalo. No asumas que es solo suciedad. Pídele al propietario que lo arregle antes de mudarte.
Revisa los pisos. Los de madera deben estar firmes, sin tablas sueltas ni chirridos excesivos. Los cerámicos deben estar bien pegados, sin fisuras ni baldosas flojas. Si hay un piso de vinilo, comprueba que no esté levantado en los bordes, especialmente cerca de la cocina o el baño. Un piso mal instalado puede ser un riesgo de tropiezo y un problema de aislamiento térmico.
Verifica puertas, ventanas y cerraduras
Abre y cierra todas las puertas. Deben cerrarse sin necesidad de empujar con fuerza ni quedar abiertas por sí solas. Si una puerta choca con el piso o no cierra bien, puede ser señal de que el marco se deformó con el tiempo o que la casa se asentó. En invierno, las corrientes de aire por puertas mal selladas aumentan el consumo de calefacción. Lo mismo pasa con las ventanas. Ciérralas bien y mira si entra luz por los bordes. Si sí, el sellado está roto. Eso significa pérdida de calor y más gasto en gas o electricidad.
Prueba todas las cerraduras. No solo deben funcionar, sino que deben tener llaves que encajen sin forzar. Si hay cerraduras nuevas, pide que te entreguen copias de las llaves. Si la vivienda tiene persianas o rejas, verifica que se muevan suavemente y que los mecanismos no estén oxidados. En zonas con más robo, como barrios periféricos de Mendoza, una cerradura defectuosa puede ser un riesgo real.
Prueba todos los sistemas eléctricos y de iluminación
Enciende cada interruptor. No solo fíjate si la luz se enciende, sino si lo hace sin parpadeos ni chispas. Usa un probador de corriente para verificar que los enchufes funcionan. Conecta un cargador de celular o una lámpara de mesa en cada toma. Si alguno no funciona, apúntalo. En viviendas antiguas, es común que los enchufes de la cocina o el baño estén en un circuito diferente y no tengan toma de tierra. Eso es peligroso. Si hay un diferencial, pruébalo con el botón de prueba (normalmente marca "T"). Si no se corta la corriente, el sistema no está protegido.
Revisa los focos. Asegúrate de que todos los que están instalados funcionen. Si el propietario te dice que "los focos están en la caja", pídelos. No asumas que te los darán después. Si el inmueble tiene luces de emergencia o sensores de movimiento, prueba también esos. En edificios modernos, es normal que los ascensores tengan botones de emergencia; verifica que estén etiquetados y que el botón funcione.
Revisa el sistema de agua y desagües
Abre todos los grifos. Primero el frío, luego el caliente. El agua caliente debe salir en menos de 30 segundos si hay termotanque. Si tarda más de un minuto, el sistema está mal instalado o el termotanque es demasiado pequeño. Escucha si hay ruidos extraños: golpes, silbidos o vibraciones. Eso puede indicar presión excesiva o tuberías mal sujetas.
En el baño, llena la bañera y luego destapa el desagüe. El agua debe bajar rápido, sin formar remolinos lentos. Si se acumula, hay una obstrucción parcial. En la cocina, haz lo mismo con el fregadero. Luego, tira de la cadena del inodoro varias veces. Si el agua no se vacía bien o si se oye un gorgoteo, puede haber un problema en la tubería principal. Eso no es un problema menor: puede requerir un trabajo de desobstrucción costoso.
Revisa el piso del baño. Si hay agua acumulada alrededor de la ducha o la bañera, el sellado del borde está roto. Eso puede dañar el piso de abajo. Pregunta si el inmueble tiene una válvula de corte general. Si no la tiene, pide que la instalen. En caso de una fuga, no podrás detener el agua sin cortar el suministro de toda la casa.
Comprueba la calefacción, aire acondicionado y ventilación
En Mendoza, el invierno puede bajar hasta -5°C. Si la vivienda tiene calefacción por radiadores, enciéndelos. Espera 20 minutos. Deben calentarse por igual. Si un radiador está frío por arriba y caliente por abajo, tiene aire atrapado. Si no se calienta en absoluto, puede estar bloqueado o no estar conectado. Si hay calefacción por piso radiante, el sistema debe calentar uniformemente. Pasa la mano por el suelo: si hay zonas frías, el sistema tiene fugas o mal funcionamiento.
Si hay aire acondicionado, enciéndelo en modo frío y caliente. Escucha si hace ruidos extraños. Revisa el filtro. Si está sucio, pide que lo limpien antes de mudarte. En edificios nuevos, el sistema de ventilación mecánica debe funcionar sin ruido excesivo. Si hay extractores en la cocina o el baño, enciéndelos. Deben extraer el aire sin vibraciones fuertes. Si no funcionan, el vapor de agua se acumula y genera moho.
Revisa los armarios, electrodomésticos y accesorios
Abre todos los armarios y cajones. Verifica que las bisagras estén bien sujetas y que las puertas no se caigan. Si hay estantes, asegúrate de que no estén rotos. Si el propietario dejó electrodomésticos, pruébalos todos: heladera, lavarropas, horno, microondas. No te limites a encenderlos. En la heladera, pon un termómetro dentro. Debe mantener entre 2°C y 5°C. En el lavarropas, haz un ciclo corto con agua fría. Si se mueve mucho, vibra o hace ruidos metálicos, puede tener un problema interno. Si el horno no calienta bien o el microondas no calienta de forma uniforme, pídelo reemplazado.
Revisa los accesorios: cortinas, perchas, toalleros, espejos. Si algo está roto o faltante, anótalo. No asumas que lo reemplazarán después. En muchos casos, lo que parece un detalle pequeño -como un toallero suelto- puede convertirse en una disputa legal si no está documentado.
Documenta todo con fotos y un formulario
Tomar fotos es lo más importante. Haz fotos de cada habitación, de los daños, de los electrodomésticos, de los grifos, de los enchufes. Usa una app que guarde la fecha y hora. Si estás en un alquiler, pide que se haga un acta de recepción firmada por ambas partes. En una compra, pide que se incluya en el contrato una lista detallada de lo que incluye la vivienda. Si no lo hacen, no firmes. En Mendoza, hay muchos casos de propietarios que dicen que "el aire acondicionado no estaba incluido" cuando el comprador ya se mudó.
Si encuentras algo que no está en orden, no lo ignores. Escribe una lista clara: "Puerta del baño no cierra bien", "Grifo de la cocina gotea", "Foco del pasillo no enciende". Pide que lo arreglen antes de la entrega. Si te dicen que "lo arreglamos después", pide por escrito cuándo lo harán. Sin eso, no tienes garantía.
Lo que no debes hacer
No te dejes llevar por la emoción. Mucha gente se emociona con la idea de mudarse y salta etapas. No firmes el acta de entrega si no estás seguro. No aceptes una vivienda "tal como está" si hay daños visibles. No confíes en palabras: todo debe estar por escrito. No asumas que el propietario o la inmobiliaria se encargará de los detalles. Si no los documentas, no existen.
Si estás comprando, no pagues el último tramo sin haber hecho la inspección final. Si estás alquilando, no entregues el depósito de garantía hasta que todo esté en orden. En Mendoza, la Justicia Civil recibe decenas de reclamos por este tipo de problemas cada año. La mayoría se podrían haber evitado con una revisión sencilla y documentada.
¿Qué debo hacer si encuentro daños después de firmar el acta de recepción?
Si los daños ya estaban presentes antes de firmar y no fueron anotados, es muy difícil reclamar. Por eso, la documentación es clave. Si no hiciste fotos ni lista, es casi imposible probar que el problema existía antes de tu entrada. Si lo documentaste, puedes exigir la reparación por escrito. En alquileres, el propietario tiene 10 días para arreglarlo. En compras, si el daño era oculto y afecta la habitabilidad, puedes pedir una reducción del precio o la reparación por vía legal.
¿Es necesario que un profesional revise la vivienda antes de mudarme?
No es obligatorio, pero es altamente recomendable, especialmente si es una vivienda antigua o si no tienes experiencia en construcción. Un técnico puede detectar problemas ocultos: tuberías con corrosión, instalaciones eléctricas sin norma, humedad por filtración en los cimientos, o estructuras con grietas. En Mendoza, muchos inmuebles de los años 80 tienen tuberías de plomo o cables de aluminio, que son riesgosos. Un informe técnico cuesta entre $20.000 y $40.000, pero puede evitarte gastos de hasta $500.000 después.
¿Qué pasa si el propietario se niega a hacer las reparaciones?
Si estás alquilando, puedes retener parte del depósito de garantía para cubrir los arreglos, pero solo si lo has documentado y notificado por escrito. Si estás comprando, puedes negarte a pagar el último tramo hasta que se solucione. En ambos casos, envía un correo o carta certificada con la lista de daños y un plazo razonable para arreglarlos. Si no responden, acude a la Justicia Civil o a la Defensa del Consumidor. En Mendoza, hay oficinas locales que ayudan sin costo.
¿Qué elementos son obligatorios por ley en una vivienda alquilada?
Por ley, una vivienda alquilada debe tener: agua potable, desagüe funcional, electricidad con toma de tierra, calefacción mínima (radiadores o sistema equivalente), puertas y ventanas que cierren bien, y un sistema de drenaje que evite inundaciones. No es obligatorio que tenga aire acondicionado, electrodomésticos o muebles, a menos que se especifique en el contrato. Pero si el propietario los dejó, deben estar en buen estado.
¿Cuánto tiempo tengo para hacer la inspección antes de mudarme?
No hay un plazo legal fijo, pero lo ideal es hacerlo 24 a 48 horas antes de la entrega. Si lo haces el mismo día que te entregan las llaves, es muy difícil pedir cambios. Si ya te mudaste y encuentras un problema, es más difícil probar que no lo causaste tú. Planifica con tiempo: reserva una hora para la inspección, lleva una lista impresa y una cámara. No dejes esto para el último momento.