Paracetamol: todo lo que necesitas saber en minutos

¿Te ha picado la fiebre o el dolor y buscas una solución rápida? El paracetamol suele ser la primera opción que aparece. Pero, ¿sabés realmente qué es, cómo se toma y cuándo es mejor evitarlo? En esta guía te contamos la información esencial sin rodeos, para que tomes decisiones seguras.

¿Qué es el paracetamol y para qué sirve?

El paracetamol, también llamado acetaminofén, es un analgésico y antipirético de venta libre. Reduce la fiebre y alivia dolores leves a moderados, como cefaleas, dolores musculares o dolor de garganta. No tiene propiedades antiinflamatorias fuertes, por lo que si buscás algo que disminuya la inflamación (por ejemplo, una torcedura), tal vez necesites otro medicamento.

Cómo dosificarlo sin errores

La clave está en la dosis adecuada. Para adultos, la dosis típica es de 500 mg a 1 g cada 4‑6 horas, sin sobrepasar los 4 g en 24 horas. Los niños se dosifican según su peso: alrededor de 10‑15 mg por kilogramo cada 6‑8 horas, con un máximo diario que también depende del peso. Siempre leé la etiqueta y, si tenés dudas, consultá a un profesional.

¿Tomás otros medicamentos? Tené cuidado con las combinaciones. Muchos productos para la gripe o la resaca ya incluyen paracetamol, y sumarlos puede llevar a una sobredosis accidental. Una sobredosis de paracetamol daña el hígado y puede ser grave. Si sentís náuseas, dolor abdominal o ictericia después de tomarlo, buscá atención médica de inmediato.

¿Y si eres adulto mayor o tienes problemas de hígado? En esos casos la dosis máxima suele reducirse a 2‑3 g al día, o incluso menos, según la recomendación del médico. Lo mismo aplica para personas con consumo crónico de alcohol: su hígado ya está bajo presión, así que mejor usar otro analgésico o ajustar la dosis.

En resumen, el paracetamol es una herramienta útil cuando sabes cuándo y cómo usarla. No lo guardes como una cura milagrosa para todo tipo de dolor, pero tampoco lo subestimes: usarlo correctamente puede traerte alivio rápido y seguro.

¿Querés más tips? Mantene la caja original, revisá la fecha de vencimiento y guarda el medicamento fuera del alcance de los niños. Si tenés dudas sobre la mejor opción para tu caso, la consulta con un farmacéutico o médico siempre es la mejor ruta.