Escrituración inmobiliaria: qué es, cómo se hace y qué evitar en Argentina

La escrituración inmobiliaria, el trámite legal que transfiere oficialmente la propiedad de un inmueble de un vendedor a un comprador en Argentina. También conocida como escritura pública de compraventa, es el momento en que la casa, departamento o terreno deja de ser una promesa y se convierte en tu activo registrado ante el Estado. Sin este paso, no importa cuánto hayas pagado o cuántos papeles tengas: legalmente, la propiedad no es tuya.

Este trámite no lo hace un agente inmobiliario ni un banco. Lo firma un notario inmobiliario, un profesional habilitado por el Estado para dar validez legal a actos como compraventas, herencias o hipotecas, en una notaría. Antes de llegar ahí, hay que tener todo en orden: el título de propiedad limpio, el certificado de gravámenes, el recibo de impuestos al día, y la tasación oficial. Si falta uno, la escritura no se firma. Y si lo firmas con errores, después te costará más arreglarlo que hacerlo bien desde el principio.

La registro de la propiedad, el sistema oficial donde se inscribe la nueva titularidad de un inmueble tras la escrituración es otro paso clave. Sin él, no puedes vender, hipotecar o incluso reclamar tu propiedad si alguien intenta apoderarse de ella. En Argentina, cada provincia tiene su propio registro, y los plazos varían. En CABA puede tardar semanas; en otras zonas, meses. No lo postergues. Mucha gente cree que con la escritura ya está todo resuelto, pero sin inscripción, estás en riesgo real.

Los errores más comunes? Firmar sin revisar el plano catastral, aceptar un precio que no coincide con la tasación oficial, o no verificar si hay embargo o deudas pendientes. En muchos casos, los compradores firman sin entender qué significa realmente "propiedad libre de gravámenes". Y cuando descubren que hay una hipoteca oculta o una deuda con el municipio, ya es tarde. El notario no se hace responsable de lo que no le muestran.

La compraventa de propiedades, el acto jurídico que da origen a la escrituración no termina con el pago. Ese dinero que entregaste, si no va acompañado de los documentos correctos, se convierte en un regalo. Por eso, antes de firmar cualquier cosa, pide copia del título de propiedad, el certificado de dominio y el informe de gravámenes del registro. Si no te la dan, camina. No hay oferta que valga un riesgo legal.

En Argentina, la escrituración no es un trámite burocrático: es tu protección. Es lo que te da derecho a vivir en tu casa, venderla cuando quieras, o dejarla a tus hijos sin peleas. Y aunque suene caro —los gastos pueden llegar al 5% del valor—, es el único costo que te salva de perderlo todo. No lo trates como un trámite más. Trátalo como la última y más importante garantía que tienes.

Lo que encontrarás en las publicaciones de abajo son guías reales, con pasos concretos, costos actuales y errores que la gente comete todos los días. Desde cómo prepararte antes de ir al notario hasta qué preguntarle al registrador sin sonar inexperto. No hay teorías. Solo lo que funciona en la práctica, en Argentina, en 2025.