Hormigón visto vs. steel frame: comparativa estética y técnica en arquitectura moderna

Hormigón visto vs. steel frame: comparativa estética y técnica en arquitectura moderna nov, 7 2025

¿Alguna vez te has detenido a mirar un edificio y te has preguntado por qué se siente tan distinto uno que otro? No es solo cuestión de estilo. Entre el hormigón visto y el steel frame, hay una batalla silenciosa que define cómo vivimos, trabajamos y sentimos el espacio. Uno es crudo, pesado, casi ancestral. El otro, ligero, preciso, tecnológico. Ninguno es mejor. Pero uno puede ser el correcto para tu proyecto, si sabes qué buscas.

El hormigón visto: honestidad material y peso visual

El hormigón visto no es solo un acabado. Es una declaración. Cuando se deja expuesto, sin revestimientos, sin falsos techos ni paneles, se convierte en el protagonista. Cada marca de la encofrado, cada imperfección, cada sombra que deja la luz del mediodía, cuenta una historia. No se esconde. No se disfraza. Y eso lo hace poderoso.

En edificios como la Casa de la Cultura de Bahía Blanca o el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el hormigón visto no es un detalle: es la estructura, el revestimiento y el alma del diseño. Su textura varía según la madera de los encofrados, la mezcla del concreto, incluso la humedad durante el fraguado. No hay dos piezas iguales. Esa variabilidad no es un error: es su firma.

Técnicamente, el hormigón visto tiene una resistencia a compresión entre 25 y 40 MPa en estructuras comunes. Su espesor mínimo para soportar cargas sin refuerzo adicional suele ser de 15 cm, aunque en muros portantes puede llegar a 30 cm o más. Es lento de construir: cada vaciado requiere días de curado, y los encofrados son costosos y requieren mano de obra especializada. Pero una vez terminado, no necesita mantenimiento. No se pinta, no se reemplaza. Solo envejece, y eso, para muchos arquitectos, es su mayor virtud.

Steel frame: ligereza, precisión y velocidad

El steel frame, o estructura de acero, es lo opuesto en esencia. No busca ser visto por su textura, sino por su eficiencia. Es una red de perfiles de acero galvanizado o de alta resistencia, ensamblados con tornillos o soldaduras, que sostienen paneles de yeso, madera o vidrio. Es como un esqueleto que luego se viste. Y lo hace rápido.

En proyectos comerciales como oficinas en Palermo o centros logísticos en Rosario, el steel frame es la norma. Una planta de 500 m² puede estructurarse en menos de tres semanas. Las columnas son delgadas -a veces de solo 10 cm de ancho-, lo que libera espacio interior. No hay muros portantes que limiten los planos abiertos. Puedes tener salas de 12 metros de luz sin una sola columna en el medio. Eso no se logra con hormigón visto sin aumentar drásticamente el espesor y el costo.

El acero estructural usado en estos sistemas tiene una resistencia a la tracción de 350 a 550 MPa, mucho más alta que la del hormigón. Su densidad es menor: un metro cúbico de acero pesa 7.850 kg, mientras que el hormigón pesa entre 2.300 y 2.500 kg. Pero aquí está el truco: el acero se usa con mucha menos cantidad. Una estructura de steel frame puede pesar hasta un 40% menos que una de hormigón armado equivalente. Eso reduce las cimentaciones, los costos de transporte y el impacto sísmico.

Estética: ¿materiales que hablan o que callan?

La estética no es solo lo que ves. Es lo que sientes. El hormigón visto te abruma. Te recuerda que estás dentro de algo sólido, pesado, eterno. Es frío al tacto, oscuro en sombras, y en invierno, absorbe el calor del sol como una piedra antigua. En interiores, crea ambientes de intensidad. Ideal para estudios de arte, bibliotecas, o viviendas que buscan conexión con la tierra.

El steel frame, en cambio, te invita a mirar más allá. Las paredes son delgadas, las ventanas grandes, los techos altos. La luz entra sin obstáculos. El acero no se muestra como elemento decorativo -a menos que se pinte o se deje al descubierto intencionalmente-, pero su presencia se siente en la claridad del espacio. Es perfecto para oficinas modernas, tiendas, o viviendas urbanas donde la luz y la flexibilidad son clave.

Hay un mito: que el hormigón visto es más “arquitectónico” y el steel frame, más “industrial”. No es cierto. El hormigón visto puede ser elegante, como en la Casa de la Música de Santiago de Chile, con sus líneas puras y su acabado pulido. El steel frame puede ser cálido, como en la Casa de Madera y Acero de Mendoza, donde el acero se combina con madera de cedro y vidrio templado para crear un equilibrio entre lo técnico y lo humano.

Estructura de acero con grandes ventanales y luz natural, en un entorno urbano moderno.

Costos y tiempos: lo que no te dicen los catálogos

En una primera mirada, el steel frame parece más barato. Y en muchos casos, lo es. Pero no siempre. El costo de un sistema de steel frame en Argentina (2025) oscila entre $180.000 y $250.000 ARS por metro cuadrado de estructura completa, incluyendo cerramientos y acabados básicos. El hormigón visto, en cambio, ronda entre $220.000 y $320.000 ARS por m², dependiendo del nivel de acabado y la complejidad del encofrado.

¿Por qué la diferencia? Porque el hormigón visto exige más mano de obra calificada: encofradores, especialistas en mezclas, inspectores de curado. El acero se monta con grúas y operarios con formación más corta. Pero el hormigón visto no necesita revestimientos posteriores. El acero sí: debe protegerse contra la corrosión, sellarse en juntas, y recubrirse con placas de yeso o paneles para cumplir normas de aislamiento térmico y acústico.

En tiempos, el steel frame gana por goleada. Una casa de 120 m² puede estructurarse en 10 días y cerrarse en 30. El hormigón visto requiere 45 a 60 días solo para la estructura, sin contar acabados. Si estás en un proyecto con plazos ajustados -como una vivienda para alquiler o un local comercial que debe abrir pronto-, el acero es la opción lógica.

Entorno y sostenibilidad: ¿cuál deja menos huella?

El hormigón visto tiene un problema: su producción de cemento genera alrededor del 8% de las emisiones globales de CO₂. Pero una vez construido, su vida útil supera los 80 años sin necesidad de reemplazos. Puede reciclarse en parte, aunque no como el acero.

El acero, en cambio, es 100% reciclable. Las estructuras de steel frame se desmontan, se llevan a acerías y se funden de nuevo sin perder propiedades. Además, los perfiles modernos usan acero de alta resistencia, lo que reduce la cantidad de material necesaria. En edificios de 5 pisos o más, el steel frame puede reducir el consumo de recursos hasta un 30% en comparación con estructuras de hormigón.

Pero aquí hay un detalle clave: el acero no es “verde” por sí solo. Si se importa desde China o Brasil, su huella de carbono sube por el transporte. Si se produce localmente, como el acero de ArcelorMittal en La Plata, su impacto es mucho menor. El hormigón visto, si usa cemento local y agregados reciclados (como residuos de demolición), puede reducir su huella hasta en un 40%.

Composición arquitectónica que combina hormigón visto en la base y estructura de acero en la parte superior.

¿Cuándo elegir uno u otro?

No hay una regla universal. Pero sí hay escenarios claros:

  • Elige hormigón visto si: buscas durabilidad extrema, quieres un ambiente con personalidad fuerte, tu proyecto está en una zona con clima extremo (frío o calor intenso), y tienes tiempo y presupuesto para un proceso más lento.
  • Elige steel frame si: necesitas rapidez, quieres espacios abiertos y flexibles, tu presupuesto es ajustado, o estás construyendo en un terreno con restricciones de carga (como suelos blandos o zonas sísmicas).

Algunos arquitectos combinan ambos. Un sótano de hormigón visto para dar estabilidad, y un cuerpo superior de steel frame para luz y amplitud. Es una solución inteligente, y cada vez más común en proyectos residenciales de lujo en Buenos Aires y Córdoba.

Lo que nadie te dice: la experiencia del usuario

Un cliente no elige entre hormigón y acero por un catálogo. Lo hace por cómo se siente al entrar. El hormigón visto te envuelve. Es silencioso. El sonido se amortigua. No hay eco. Es ideal para estudios, salas de meditación, o bibliotecas. Pero si vives ahí, puede sentirse como una cueva si no se combina con madera, textiles o luz cálida.

El steel frame es más ruidoso. Las paredes delgadas transmiten sonidos. El acero, al expandirse con el calor, puede hacer pequeños chasquidos. Pero la luz es mejor, los techos más altos, y el aire circula más libremente. Es ideal para viviendas modernas, oficinas colaborativas, o espacios donde la conexión con el exterior es prioritaria.

La elección no es técnica. Es emocional. Y eso es lo que realmente importa.

¿El hormigón visto se agrieta con el tiempo?

Sí, es normal que aparezcan grietas finas, llamadas grietas de retracción, especialmente en los primeros 6 meses. No son estructurales si el hormigón fue diseñado y vaciado correctamente. Se controlan con juntas de dilatación y mezclas con fibras. Estas grietas no afectan la durabilidad, y muchos arquitectos las consideran parte del carácter del material.

¿El steel frame es resistente a los terremotos?

Sí, es una de las mejores opciones para zonas sísmicas. El acero tiene ductilidad: se deforma sin romperse, absorbiendo la energía del movimiento. Las estructuras de steel frame diseñadas bajo normas argentinas (IRAM 4200) pueden soportar sismos de hasta 7.5 grados en la escala de Richter, siempre que se respeten los detalles de unión y refuerzo.

¿Puedo usar hormigón visto en una casa en la costa?

Sí, pero con precauciones. El aire salino acelera la corrosión del acero de refuerzo dentro del hormigón. Se debe usar un hormigón de alta densidad, con aditivos impermeabilizantes, y un recubrimiento mínimo de 5 cm sobre las armaduras. También se recomienda un sellador hidrofugante en la superficie. En zonas costeras, el steel frame suele ser más fácil de mantener.

¿Cuál es más barato de mantener a largo plazo?

El hormigón visto. No requiere pintura, no se oxida, y no necesita reemplazo de paneles. Solo necesita limpieza ocasional y sellado cada 10-15 años. El steel frame requiere inspecciones periódicas de corrosión, sellado de juntas, y posibles reemplazos de paneles de revestimiento. A 30 años, el hormigón visto suele tener costos de mantenimiento un 50% menores.

¿Se puede combinar hormigón visto con steel frame en un mismo edificio?

Sí, y es una tendencia creciente. Muchos edificios modernos usan hormigón visto en los sótanos o en los núcleos de escaleras y baños -donde se necesita masa y aislamiento-, y steel frame en las plantas superiores para ganar luz y espacio. Esto combina lo mejor de ambos: estabilidad y flexibilidad. Proyectos como el Edificio Bauen en Buenos Aires ya lo hacen con éxito.