Cómo funcionan los exchanges descentralizados (DEX) paso a paso
Descubre paso a paso cómo operan los exchanges descentralizados, sus modelos AMM y libro de órdenes, cómo aportar liquidez y los riesgos a considerar.
Cuando hablamos de liquidez, capacidad de un activo para convertirse rápidamente en efectivo sin perder valor, capacidad de conversión estamos tocando uno de los pilares de la mercado financiero, entorno donde se negocian valores, divisas y otros instrumentos. La liquidez se mide en función del flujo de efectivo, entrada y salida de dinero en una empresa o cartera de inversión y depende del tipo de activo, bien que puede poseer valor económico, como acciones, bonos o inmuebles. En términos simples, mayor liquidez significa que puedes vender o comprar sin esperas largas y sin sacrificar precio.
La liquidez no es solo un número; influye directamente en la capacidad de inversión. Un inversor con alta liquidez puede aprovechar oportunidades inesperadas, como la caída de precios de una acción o la aparición de un nuevo activo emergente. Además, una empresa con buen flujo de efectivo puede financiar su crecimiento, pagar deudas y enfrentar imprevistos sin recurrir a financiación externa costosa. En otras palabras, la liquidez actúa como un colchón que mejora la resiliencia financiera.
Existen varios atributos que condicionan cuán líquido es un activo. Primero, el volumen de negociación: los valores con mayor número de operaciones diarias tienden a ser más fáciles de convertir en efectivo. Segundo, la profundidad del mercado: si hay muchos compradores y vendedores, el precio se mantiene estable al ejecutar operaciones. Tercero, la naturaleza del propio activo: el efectivo y los equivalentes (como fondos del mercado monetario) son los más líquidos, mientras que inmuebles o inversiones en proyectos a largo plazo presentan menor liquidez.
Otro elemento clave es la regulación y la transparencia. Mercados bien regulados y con información clara favorecen la confianza de los participantes, lo que a su vez impulsa la liquidez. Por ejemplo, los bonos del Tesoro argentino tienen una liquidez superior a la de bonos corporativos de menor tamaño, justamente porque están respaldados por el Estado y se negocian en bolsa con alta visibilidad.
En la práctica, los gestores de fondos utilizan métricas como el “ratio de liquidez” o el “spread bid‑ask” para cuantificar la facilidad con la que pueden entrar o salir de posiciones. Un spread estrecho indica que el precio de compra y venta está muy próximo, señal de alta liquidez.
Entender estos factores permite diseñar estrategias que optimicen el uso del capital. Por ejemplo, un inversor que busca seguridad a corto plazo puede priorizar activos con alta liquidez, como fondos de mercado de dinero, mientras que quien persigue mayores retornos a largo plazo podría aceptar una menor liquidez al invertir en bienes raíces o startups.
En la siguiente sección verás cómo aplicar estas ideas a tu propio portafolio o a la gestión de tesorería empresarial, y qué herramientas te facilitan el monitoreo de la liquidez en tiempo real.
Ahora que tienes claro qué implica la liquidez y cómo se relaciona con el mercado financiero, los activos y el flujo de efectivo, sigue leyendo para descubrir artículos que desglosan casos reales, herramientas de análisis y consejos prácticos para mejorar la liquidez de tus inversiones y de tu negocio.
Descubre paso a paso cómo operan los exchanges descentralizados, sus modelos AMM y libro de órdenes, cómo aportar liquidez y los riesgos a considerar.