diseño interior latino, un enfoque que fusiona herencia cultural, materiales locales y calidez humana en la creación de espacios habitables. Also known as decoración latinoamericana, it is not just about aesthetics—it’s about how people live, connect, and remember who they are through the objects around them. En Argentina, este estilo no viene de una revista de lujo. Viene de los patios de Mendoza, los lofts de Barracas, las cocinas de La Boca y los salones de Recoleta donde los muebles de madera tallada conviven con paredes de hormigón visto. No se trata de imitar a Europa o a Estados Unidos. Se trata de hacer un hogar que huela a cedro, que tenga colores que recuerden al atardecer en Córdoba y que tenga muebles que alguien construyó con las manos, no con una máquina.
El mueble artesanal, piezas hechas a mano con técnicas transmitidas por generaciones, como el tallado en madera o la tejeduría de mimbre es el alma del diseño interior latino. No es un accesorio. Es un objeto con historia. Lo ves en una silla de pino con brazos curvos, en una mesa de nogal con juntas visibles, en una lámpara de tela de chaguar. Estos elementos no se compran en grandes cadenas. Se encuentran en ferias de barrio, en talleres de San Telmo o en casas de familia que llevan décadas haciendo lo mismo. Y eso le da un valor que ningún catálogo online puede copiar. El color en la decoración, el uso intencional de tonos tierra, turquesas, ocres y rojos vivos inspirados en la naturaleza y las tradiciones indígenas tampoco es casual. En una casa de Mendoza, la pared roja no es para llamar la atención. Es para recordar la tierra. En un departamento de Palermo, el azul claro no es para parecer moderno. Es para traer la luz del río.
El hormigón visto, un material industrial que se transforma en elemento estético cuando se combina con texturas naturales aparece en muchos de los espacios más interesantes de Buenos Aires. Pero no está ahí por moda. Está porque combina con lo auténtico. Un piso de hormigón visto junto a una alfombra de lana tejida a mano, o una pared de concreto con un cuadro de tela bordada por una abuela: eso es diseño interior latino. No es caos. Es equilibrio. Es saber que lo antiguo no tiene que ser reemplazado, sino respetado. Y que lo nuevo no tiene que ser frío para ser bueno.
Lo que encontrarás en esta colección no son ideas de decoración de revistas. Son historias reales: cómo un galpón industrial en Barracas se convirtió en un hogar con alma, cómo los dueños de casas en Recoleta eligen muebles que cuentan una historia antes que un logo, y cómo la seguridad en los barrios cerrados de lujo ya no depende solo de cámaras, sino de cómo se siente el espacio. No se trata de tener lo más caro. Se trata de tener lo que te representa. Y en Argentina, eso significa algo muy concreto: calidez, raíces, y un poco de locura colorida que nadie más entiende hasta que lo vive.
Descubre cómo crear un hogar con estilo argentino contemporáneo: materiales auténticos, colores de la tierra, luz natural y objetos con historia. No es decoración, es identidad.