La decoración argentina, un estilo que mezcla herencia europea, tradiciones indígenas y adaptaciones urbanas modernas. También conocida como diseño interior latinoamericano con identidad local, refleja cómo los argentinos convierten sus espacios en refugios auténticos, no solo funcionales. No se trata de copiar tendencias internacionales, sino de usar lo que está al alcance: maderas nativas como el cedro y el quebracho, tejidos de lana de oveja, cerámicas artesanales de San Luis o Tucumán, y muebles que pasan de generación en generación.
La madera envejecida, un material clave en hogares de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. También conocida como madera recuperada, es más que un detalle estético: es una declaración de sostenibilidad y valor histórico. En barrios como Barracas o Palermo, los lofts modernos usan vigas de galpones antiguos como elementos centrales, conectando el pasado industrial con el presente minimalista. Y en las casas de campo, los pisos de tablones de pino o eucalipto no se pulen hasta brillar: se dejan con su textura natural, porque aquí lo auténtico se respeta, no se oculta.
La decoración argentina no se mide en metros cuadrados, sino en historia personal. Una silla de madera tallada por un abuelo, un cuadro de un artista local de La Boca, una manta tejida en Jujuy: son piezas que no aparecen en catálogos de IKEA, pero que definen el alma del hogar. Esto explica por qué, en zonas premium como Recoleta, los compradores de lujo valoran más un jardín con plantas autóctonas que una piscina de mármol. El paisajismo de autor, como el que se ve en residencias de Bariloche o Mar del Plata, no es un adorno: es una extensión de la identidad cultural.
Y no olvides el color. No es el blanco absoluto de las revistas de diseño escandinavo. Aquí, los tonos tierra, los azules profundos de la Patagonia, los rojos terrosos de Salta, y los verdes oscuros de los bosques del norte son los que realmente se usan. Las paredes no se pintan para parecer "moderna"; se pintan para sentirse como casa. La decoración argentina no busca impresionar a los visitantes. Busca hacer que quien vive allí se sienta en paz, en raíces, en pertenencia.
Lo que encontrarás en los posts siguientes no son listas de muebles ni colores de moda. Son historias reales: cómo se reformó un departamento en CABA usando solo materiales locales, cómo un galpón en Barracas se convirtió en un hogar con alma, qué detalles hacen que una vivienda en Mendoza se sienta como un refugio y no como un lugar de paso. Son guías prácticas, sin florituras, para quienes quieren construir o decorar con sentido, no con tendencias.
Descubre cómo crear un hogar con estilo argentino contemporáneo: materiales auténticos, colores de la tierra, luz natural y objetos con historia. No es decoración, es identidad.