Construcción llave en mano en Argentina: lo que realmente importa antes de invertir

La construcción llave en mano, un servicio en el que un contratista se encarga de todo, desde los planos hasta la entrega final de la vivienda lista para habitar. También conocida como obra completa, es una opción atractiva para quienes no quieren lidiar con múltiples proveedores, pero en Argentina, no siempre es lo que parece. Muchos creen que al elegir esta modalidad, evitan sorpresas. La realidad es que, sin un control riguroso, puedes terminar pagando por materiales de baja calidad, retrasos sin justificación o incluso obras que no cumplen con las normas urbanísticas locales.

Lo que muchos no ven es que una construcción llave en mano, un servicio en el que un contratista se encarga de todo, desde los planos hasta la entrega final de la vivienda lista para habitar. También conocida como obra completa, es una opción atractiva para quienes no quieren lidiar con múltiples proveedores, pero en Argentina, no siempre es lo que parece. Muchos creen que al elegir esta modalidad, evitan sorpresas. La realidad es que, sin un control riguroso, puedes terminar pagando por materiales de baja calidad, retrasos sin justificación o incluso obras que no cumplen con las normas urbanísticas locales.

La clave está en entender qué incluye realmente el contrato. ¿El precio cubre los permisos de construcción, los trámites legales obligatorios ante la municipalidad para iniciar cualquier obra, desde una casa hasta un edificio? ¿Incluye la conexión de agua, luz y gas, o eso lo paga por separado? ¿Y los costos de construcción, el gasto total en mano de obra, materiales, transporte y equipos necesarios para levantar una vivienda? En muchos casos, los contratistas ofrecen un precio bajo al principio, pero luego suman cargos por "variaciones", "materiales premium" o "ajustes por inflación". En 2025, la inflación sigue siendo un factor real: un metro cuadrado que costaba $1.200.000 en enero puede llegar a $1.800.000 en diciembre si no hay cláusulas de protección en el contrato.

Además, no todos los contratistas son iguales. Algunos usan subcontratistas no registrados, lo que puede generar problemas legales después. ¿Y si el albañil no tiene obra social? ¿Y si el electricista no emite facturas? En Argentina, una obra sin documentación limpia puede convertirse en una pesadilla al momento de vender o alquilar. Por eso, revisar el historial del contratista, pedir referencias reales y exigir copias de los permisos municipales no es un extra: es una necesidad.

Si estás pensando en construir, no te dejes llevar por la promesa de "todo incluido". Lo que realmente importa es quién firma el contrato, qué dice exactamente, y si hay un plan de inspecciones intermedias. En Mendoza, en CABA o en Córdoba, los errores son los mismos: falta de transparencia, plazos vagos y cláusulas abusivas. Pero también hay buenos profesionales. El problema no es la modalidad, es la falta de control.

En las siguientes publicaciones, encontrarás guías prácticas para evitar trampas: desde cómo leer un contrato de construcción hasta qué indicadores económicos afectan los costos reales de una obra. También te enseñamos a revisar una vivienda antes de firmar, cómo regularizar mejoras no declaradas y por qué el paisajismo o el hormigón visto pueden marcar la diferencia en el valor final. Todo esto, sin tecnicismos, con ejemplos reales y sin filtros. Porque construir en Argentina no es solo levantar paredes: es proteger tu inversión.