Actualizar domicilio en Argentina: qué necesitas saber antes de hacerlo
Actualizar el domicilio, la dirección legal donde resides o posees un inmueble registrada ante las autoridades. También conocido como cambio de domicilio, es más que un simple papeleo: es lo que te conecta con tu propiedad, tus impuestos y tu derecho a vender o alquilar sin problemas. Si no lo haces, podrías encontrarte con multas, imposibilidad de obtener créditos o incluso problemas para vender tu casa, aunque tú creas que ya lo hiciste.
Este trámite no es solo para quienes se mudan de barrio. También lo necesitas si hiciste una ampliación, si cambiaste el uso del inmueble (de residencial a comercial), si compraste una propiedad con mejoras no declaradas, o si simplemente el registro del catastro sigue con tu antigua dirección. En Argentina, el registro de propiedad, el sistema oficial que guarda la historia de cada inmueble y su propietario no se actualiza solo. Tienes que pedirlo. Y si no lo haces, el trámite inmobiliario, el conjunto de procesos legales que acompañan a toda compra, venta o alquiler se complica. Por ejemplo: si tu domicilio no coincide con el que figura en el catastro, el notario puede rechazar la escritura. O si intentas vender y el comprador hace una verificación, todo se detiene hasta que arregles el error.
Lo más común es que la gente piense que con el boleto de compraventa o con el cambio de nombre en la factura de luz ya está todo resuelto. No es así. El domicilio legal se actualiza en el registro de la propiedad y en el catastro municipal, no en las empresas de servicios. Y cada provincia, incluso cada municipio, tiene sus propios plazos, requisitos y costos. En CABA, por ejemplo, hay que presentar el certificado de la Dirección General de Catastro y pagar una tasa. En Mendoza, además de eso, piden una declaración jurada del propietario y una foto del frente de la casa. Si no lo haces bien, te quedas con una propiedad que técnicamente no es tuya en los papeles, aunque estés viviendo allí desde hace años.
Y si estás pensando en invertir en bienes raíces, este paso es aún más crítico. Los inversores que no actualizan el domicilio corren el riesgo de que sus propiedades no aparezcan en los informes de riesgo país, o que los bancos no las valoren correctamente. La inflación y el ICL ya hacen que las inversiones sean complicadas; no necesitas añadir un error burocrático que te cueste meses y miles de pesos. Lo que ves en Zonaprop o MercadoLibre no es lo que dice el registro. Y si un comprador serio investiga, se va. Por eso, antes de firmar cualquier contrato, revisa: ¿tu domicilio está actualizado? ¿El catastro coincide con lo que hay en la puerta? ¿El nombre del propietario es el tuyo, y no el del anterior dueño?
En esta colección de artículos encontrarás guías reales sobre cómo hacerlo en tu ciudad, qué documentos llevar, cuánto cuesta, qué errores cometen todos los años y cómo evitarlos. También verás cómo este trámite se conecta con la escrituración, la tasación, la regulación de mejoras no declaradas y hasta con los seguros de hogar. Porque no hay una sola cosa en inmobiliario que no dependa de que tu domicilio esté en orden. Y si no lo está, todo lo demás se cae como un dominó.