Productos escasos en Argentina 2025: lo que falta, por qué y cómo afecta tu día a día

¿Por qué hay escasez de productos en Argentina?
La pregunta nunca pasa de moda: ¿por qué falta de todo acá? Si vivís en Mendoza como yo, seguro lo notaste cada vez que entrás a un súper, una farmacia o buscás repuestos para el auto de tu hermano. Todo arranca con un combo letal: inflación desenfrenada, trabas para importar, regulaciones de precios y, a veces, la famosa especulación. Cuando el dólar pega un salto o cuando el Banco Central modifica las reglas para acceder a divisas, lo que llega del exterior empieza a volverse rareza. No se trata sólo de celulares o PlayStations, hasta la manteca y el papel higiénico pueden ponerse difíciles. Parecen cosas de película, pero la economía argentina siempre sorprende. En 2025, según datos diarios del INDEC y la experiencia propia, la canasta disponible cambió un montón respecto a cinco años atrás. Los industriales suelen quejarse por la falta de insumos importados: desde microchips hasta plásticos especiales. El gobierno, mientras tanto, dice que las importaciones se priorizan para bienes esenciales, pero lo cierto es que la lista varía todas las semanas. El comercio a veces prefiere no vender antes que perder, entonces almacenan stock esperando mejores precios. Y ahí los consumidores quedamos en el medio, haciendo magia. Eso sí: si creías que esto pasaba sólo en Venezuela, mirá un rato los hashtags locales en Twitter y sorprendete.
Alimentos, medicamentos y productos esenciales: ¿qué es difícil conseguir?
Andá a buscar leche en polvo o papel higiénico en pleno enero y avisame. A veces estas cosas no aparecen en la góndola ni aunque recorras tres supermercados. La escasez se siente primero en los alimentos básicos: los aceites, los lácteos, los fideos importados (ya nadie mira marcas raras, se compra lo que hay). En las farmacias, los remedios para tiroides, insulina y algunos antibióticos suelen brillar por su ausencia. Hace poco, mi esposo Martín se pasó la tarde buscando ibuprofeno para la nena y terminó trayendo la última caja que le vendieron "por familia". Y si necesitás un repuesto para el auto, sobre todo si es de alguna marca europea, seguro te vas con las manos vacías o te lo cobran al triple del precio original. Los vendedores me cuentan que la falta de insumos industriales repercute mucho en envases, tapas, etiquetas. Por eso, hay marcas que desaparecen unos meses y después vuelven casi como un milagro. Así también pasa con la lavandina, detergentes y shampúes importados, que pueden faltar o cambiar de fórmula. La escasez de ciertos productos de tocador, como tampones o toallitas femeninas, cada tanto ocupa titulares y memes en redes sociales. A esto se suma el fenómeno del "surtido fantasma": vas a la tienda y hay góndolas llenas, pero de lo mismo, sobre todo productos de segundas marcas. Según la Cámara Argentina de Supermercados, un relevamiento de febrero 2025 encontró faltantes del 33% en productos lácteos, 25% en aceites y hasta 40% en medicamentos esenciales.

Tecnología, repuestos y lo importado: las cosas raras que ya no se consiguen
El que tiene algún familiar afuera conoce el valor de la encomienda. Tabletas, celulares, ciertos electrodomésticos pequeños y consolas de videojuegos son casi imposibles de conseguir a precio real en Argentina 2025. Cuando aparecen, suelen estar súper inflados y a veces, ni siquiera tienen garantía oficial. Por ejemplo, comprar un Xiaomi o un iPhone ya ni se piensa en una tienda local: la mayoría de la gente recurre a páginas de reventa, grupos de Facebook o lo trae un conocido de Chile o Miami. Acá también entran los repuestos electrónicos para notebooks, impresoras y hasta bombillas especiales de led. Un amigo que arregla electrodomésticos me contaba que, entre trabas a la importación y recargos a las compras en dólares, muchas veces debe "canibalizar" aparatos viejos para conseguir piezas compatibles. Esta situación también impacta directo a las PyMES y profesionales que usan insumos de afuera: desde dentistas que no consiguen guantes de látex importados hasta pequeños fabricantes que deben parar la línea cuando falta una pieza clave. Las bicicletas y repuestos importados están entre lo más codiciado y caro. Ni hablar de instrumentos musicales genuinos, cámaras fotográficas de alta gama o zapatillas de marcas internacionales. Y si preguntás por pinturas, resinas, fragancias o tintes de fabricación internacional, vas a notar que cada vez hay menos variedad. La electrónica nacional avanza, sí, pero sigue teniendo cuello de botella en insumos extranjeros. En 2025, un informe de la Cámara Argentina de Comercio Electronico mostró que el faltante de productos tecnológicos fue el mayor desde 2021.
¿Cómo se organiza la gente ante la escasez? Consejos, redes y estrategias cotidianas
Dicen en broma que la creatividad para conseguir productos en Argentina debería declararse Patrimonio Cultural. Hay estrategias cotidianas para capear la escasez: un grupo de WhatsApp entre amigas sirve para avisarse de ofertas relámpago o mercadería recién llegada. En los barrios, los grupos barriales en Facebook reemplazaron al boca en boca: "Hay leche en el chino de la esquina, ¡apurate!". Muchos hacen compras colectivas para ahorrar y asegurarse artículos básicos. Se valora los mayoristas: garrafas, fideos al por mayor y hasta champú en bidones. La gente aprendió a sustituir marcas caras por segundas marcas, y a veces termina encontrando productos que ni sabía que existían. A los que tienen familias grandes, les rinde hacer pequeñas "reserves": cuando hay buen precio en aceite o azúcar, compran para dos o tres meses. ¿Tenés familiares en el extranjero? Uno de los grandes salvavidas es que te manden un paquete con remedios o golosinas que no existen acá. Si tenés que comprar algo importado, fijate en foros y redes: a veces la comunidad te ayuda con datos de vendedores confiables o sitios de canje. En la Patagonia, algunos viajan a Chile en lo que llaman "turismo de compras"; en otros puntos, aprovechan los mercados de trueque que volvieron a florecer en barrios del Gran Buenos Aires y Córdoba. Un tip que funciona: si ves que faltan juguetes o útiles antes del Día del Niño, no lo dudes y comprá apenas los veas. Las apps de envíos y los supermercados online a veces muestran stock "virtual" que no existe en la tienda física, pero pueden sorprender gratamente un sábado a la noche. La salud es un tema sensible: para medicamentos, la mayoría carga siempre una receta extra por si encuentran stock en otra farmacia o incluso en otra ciudad. En síntesis, vivir con desabastecimiento implica estar siempre atento, avisado y con el radar puesto en nuevas soluciones. Por eso, nos volvemos expertos en recordar códigos de productos, marcas alternativas y hasta en hacer alianzas inesperadas con vecinos y compañeros de trabajo.